jueves, 23 de septiembre de 2010

DISPONIBILIDAD: SEGUNDO AÑO DE NOVICIADO
Mi nombre es Sonia Andrea Fonseca Minas, soy novicia de segundo año y estas pocas líneas que comparto es para hablar sobre mis sentimientos, en este tiempo de preparación para realizar mi segundo año de noviciado, que consiste en la experiencia apostólica. 
He sentido que este período, he podido aumentar mi oración y he podido tener un encuentro más personal e intimo con Dios a través  de la persona de Jesús por medio de la Sagradas Escrituras, del Sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía,  puedo decir que mi ser esta lleno de expectativas, de adquirir un compromiso serio con la labor  que voy a realizar, y aunque siento un poco de nervios por la adversidad de lo que voy a encontrar, allí donde voy a ir. Espero que por gracia de Dios pueda responder en el proyecto que El me ha incluido, siendo un instrumento útil en sus manos para ayudar donde más se me necesite, no obstante he sentido un poco más el silencio y la soledad, pero en estos he podido encontrar el valor y la fuerza para seguir adelante en el camino que Dios a elegido para mi, pienso que lo fundamental de esta nueva etapa es vivir la siempre en compañía de Jesús y de María Santísima ya que he sentido que ellos dos han hecho una presencia aun más fuerte en estos días cercanos a mi partida hacia la nueva fraternidad que me espera, ya que a través de su ejemplo de vida he podido aceptar la decisión de continuar dando un si generoso y libre, espero al igual que Santa Clara y San Francisco poder seguir viendo El rostro de Cristo en todos aquellas personas que voy a encontrar viendo en cada una de ellas también la presencia especial de Dios en especial mis nuevas hermanas de fraternidad.  Desde ya estoy preparándome también para ser esa pequeña sierva a la manera de Jesús no teniendo nada como propio, teniendo un corazón indiviso para poder amar a todos aquellos a la manera de Jesús y  además poder hacer la voluntad de Dios, leyendo los signos de los tiempos  y teniendo una apertura de corazón escuchando a toda la creación que me rodea sintiendo en cada uno de ellos la voz de su creador. No se que mas decir, solo se que espero no ir ha fallar  en aceptar subir junto con Jesús la montaña para alcanzar la vida. Que el todo poderoso sea siempre esa luz que nos guie en nuestro caminar y nos bendiga siempre con su presencia. PAZ Y BIEN.