La Santísima Virgen María juega un papel importante en la vida de nuestra fundadora, a través de su vida se puede percibir que la santísima virgen fue para ella su intercesora, confidente, apoyo, protectora en las buenas y en las malas. Desde tierna edad, muestra su devoción y confianza en la santísima virgen ; siempre estuvo segura que la virgen fue la mediadora para poder iniciar sus estudios en el monasterio donde sintió que su vida cambió , donde empezó a tener una relación intima con el señor “El ultimo medio empleado por la misericordia de Dios , para alejarme del camino de la perdición por el que me encaminaba y hacerme feliz trayendo mi corazón desviado en las vanidades hacia su amantísimo corazón, fue disponer que me llevaran al monasterio” “María Santísima que había inspirado a mi padre que me llevara al monasterio, hizo que me mantuviera firme en la decisión tomada” (A lo largo del camino pag 23)
Esta confianza en la Santísima Virgen, también la acompaña en el momento de su decisión definitiva, sobretodo en la fortaleza que necesito su familia para aceptar y no impedir el camino que ella quería recorrer, un camino muy diferente al que la familia le quería trazar. “Para animar a mi madre a cumplir con resignación el sacrificio de la hija que Dios le pedía, le rogué que tuviera en cuenta y considerara los inmensos dolores de la Santísima Virgen que sufrió a los pies de la cruz de su Hijo Divino” (A lo largo del camino Pag.51)
Para ella la Santísima Virgen ha sido su fortaleza para mantenerse firme en cumplir la promesa de consagrarse a Él. Por eso quiere manifestarle su agradecimiento por medio del sacrificio y de la penitencia que le ayudaban a fortalecer su voluntad y a crecer espiritualmente considerando, como San Pablo, la vaciedad de las cosas en comparación con la riqueza de tener a Cristo Crucificado como centro de su vida. “Para mantener viva la memoria de una gracia especial que me concedía María Santísima y para mostrarme agradecida a tan piadosa madre me abstengo para siempre de algunos alimentos, excepto cuando se celebre este día en que los tomaré como si fueran un regalo de ella” ( A lo largo del camino Pag 74)
“En las angustias mi único refugio y consuelo era la Beatísima Virgen a quien revelaba el estado de mi alma y rezaba para que sacara de ella todo lo que pudiera disgustar a su hijo Divino. La mayoría de las veces me liberaba de mis angustias”( Aut Pag 54). La cercanía y confianza que tuvo en la Santísima virgen la fortaleció para vivir su entrega definitiva al Señor, superando todos los obstáculos y dificultades que se le presentaron en el camino. Así como nuestra fundadora tuvo a la Santísima Virgen como Madre y protectora, cada una de nosotras estamos invitadas a llegar a Jesús por medio de su Santísima Madre que lo amó desinteresadamente y a escuchar diariamente su voz que nos dice “Haced lo que El os diga”
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