UNA SOLA ALMA VALE MÁS QUE EL MUNDO ENTERO
Canto de exposición
G: En este momento de adoración queremos meditar sobre nuestro estilo de servicio apostólico. Invoquemos el don del Espíritu Santo para que nos impulse a dejarnos guiar por el ejemplo de Jesus y por las palabras de la Fundadora que nos invitan a donar nuestra vida como entrega gratuita y generosa al prójimo.
Canto al Espíritu Santo
EN ESCUCHA DE LA PALABRA
L.1: Lectura del Evangelio de San Mateo (25,34-40)
“Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;
estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."
estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."
L.2: Lectura del Evangelio de San Juan (12,24-26)
“Os digo que a menos que el grano de trigo caiga en la tierra y muera, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; pero el que odia su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me sirve, Sígame; y donde yo estoy, Allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.”
L.1: Lectura del Evangelio de San Mateo
“Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca.
Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.”
Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis.”
(Silencio y meditación personal)
ORACIÓN (rezamos entre varias solistas)
Benditos los pies de quien, en lucha por la vida,
encuentra tiempo de ir por los caminos del mundo,
entrar en las casas y acercarse a las personas para anunciarles
que Cristo vive y es nuestra esperanza.
Benditos los pies que se apresuran a la invitación de Jesús:
“Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a todas las personas,
superando cualquier distancia para encontrar, junto a los hermanos y hermanas, el sentido de la alegría verdadera.
Benditos los pies de quien se olvida y sale de sí mismo para consolar y ayudar a quien está enfermo y solo, a quien sufre.
Benditos los pies de quien comparte su pan con el hambriento, se solidariza con el pobre, es testigo de la justicia y de la misericordia.
Benditos los pies de quien busca la profecía de una palabra que ilumine la historia humana, de quien construye hermandad y amistad en medio de prejuicios y exclusiones.
Benditos los pies de quien busca a la persona allí donde es humillada y pisoteada, de quien descubre y protege la vida donde se sufre violencia y muerte.
Benditos los pies de quien encarna la novedad del Reino, de quien sabe provocar y esperar, perseverar y sufrir para introducir lo eterno en la historia humana.
Canto
PENSAMIENTOS DE LA MADRE FUNDADORA
L.3: “una sola alma vale más que el mundo entero; por lo tanto conducir al bien estas almas inocentes, infundir en sus tiernos corazones adversidad aun por las más pequeña faltas, a fin de que nunca tengan la desgracia de caer en el abismo del pecado, orientarlas y conducirlas hacia el camino recto de la divina gracia; todo esto vale mucho más que gobernar el mundo entero.” (Const. I Pag.2)
L.4: “Os exhorto, queridas hermanas, a tener serenidad interior, desprendimiento de sí, rectitud en la educación de la juventud. Si no fuéramos así, no haríamos nada bueno, perderíamos todo, porque casi nunca hay gratitud. El Señor sí, recompensará a los que trabajan para orientar al bien a estas sus criaturas, sin buscar intereses i tratando de complacer solamente a Dios. Para obrar bien en la educación se necesita mucha experiencia, virtud y amor a Dios, desprendidas de sí y solo preocupadas de dar gloria a Dios.” (Autobiografía)
L.3 : “Era grande mi satisfacción por poder acoger a aquellas pobres niñas que todo el día estaban abandonadas al ocio de la calle, jugando y bromeando con otros chicos de su edad. Mi satisfacción tenía además otros motivos, ya que notaba la hermosa y consolante buena disposición de aquellas pobres criaturas que, por no haber recibido hasta entonces ninguna instrucción, apreciaban tanto las enseñanzas de sus Maestras que el día de descanso les resultaba un gran sacrificio. Observando la buena voluntad de las niñas, resolvimos recibirlas también los días festivos después del almuerzo, para instruirlas mejor en las verdades de nuestra Santa Religión.” (Rasgos históricos)
L.4 : “Sentía un gran respeto hacia todas las criaturas, más no temor de ninguna. Las miraba y amaba a todas en Dios, como si fueran su viva imagen, por lo que era más complaciente, caritativa, tolerante, comprensiva con ellas y dispuesta a alabar sus virtudes de las que me complacía como si fueran mías, aunque a veces alguna picaba mi amor propio que, ayudada por la gracia, me recreaba manteniéndolo quieto, inmóvil, como decía, ante cualquier ataque. Sentía este respeto y benevolencia hacia toda clase de personas y entonces no me pesaba tanto tener que tratar con los forasteros y con los criados del Monasterio porque, al ver en ellos la imagen de Dios, despertaban en mí una dulzura y ternura que me hacía ser con ellos más afable y amable. También por esto deseaba beneficiarles y ayudarles, por amor a Dios, a quien veneraba en todos ellos, sin distinción entre buenos y malos.” (Autobiografía)
(Silencio y meditación personal)
Momento de resonancia (cada una puede repetir algunas frases o compartir una reflexión o una petición)
Canto
Oración final:
“Oh mi dulce Jesús, para que yo aprendiera a amar rectamente y contantemente tus criaturas, me enseñaste a ponerlas un te Sagrado Costado. Oh, que ofensa te causan, mi buen Jesús, aquellos que no aman por amor a ti a todas las criaturas, tan apasionadamente amadas por ti, sobre todo a las almas miserables y pecadoras. No hay pretexto ni razones para despreocuparnos porque tú, Jesús, las has buscada a todas.
Por todas con infinito amor has fatigado, has sufrido, has dado tu preciosa vida, has derramado tu sangre hasta la última gota para aliviar las almas enfermes, reconquistar las perdidas, fortalecer las tímidas, instruir las ignorantes; con el fin de salvarles a todas y hacerlas felices. Oh Dios de Amor! Después de haber considerado tu infinito Amor por cada criatura, podré yo seguir con un corazón tan frio”.
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